Comenzar una novela
Nada más lejos de mi intención que pretender dejar aquí una lección magistral de los pasos que se deben seguir a la hora de iniciar una novela, en primer lugar porque los desconozco, en segundo lugar porque, como he comentado en otras entradas, hay tantos y diferentes pasos como personas que se disponen a comenzar una novela.
Yo sólo puedo hablar de mis propios pasos y si acaso de lo que aprendo de los pasos de los demás.
En la anterior entrada comentaba que estaba en proceso de descubrir cómo sería la siguiente novela, parecía que tenía claro que no tendría que ver con ninguna de las publicadas hasta la fecha. Bueno, pues una vez visualizada lo que puede ser la trama y buscando qué personajes pueden intervenir, me vinieron a la mente los protagonistas de "Una Rosa Blanca. Una Rosa Negra", parte de ellos, como la ya comisario Rocio Prados, su compañero y también comisario Jesús Romero. Mendía, compañero de ambos, y como nueva en la trama policial, Patricia, hija de Rocío y de Carlos Sebastián García, "Sebas el gordo" ya fallecido, como nueva inspectora de policía. María Esther Lasa, a quién quizá demos un papel, veremos cómo se desarrolla la trama.
Ahora toca, por un lado, ubicar a los nuevos personajes, definirlos, darles forma, personalidad, actividad, físico y un lugar en la historia. Por otro lado, contar la propia historia en sí misma, de la que tengo un punto de partida y el final, que no es poco, esto es precisamente lo que andaba buscando. Con estos dos fotogramas claros, más alguno que otro situado a lo largo de la trama considero que es suficiente para lanzarse.
Mientras esperamos respuesta de editoriales en relación a otras novelas ya escritas y el fallo de un concurso, y también respuesta editorial, para dos de las tres novelas infantiles que tengo escritas (la tercera está recién terminada) comenzaré con este nuevo libro.
Puedo adelantar que Patricia Prados se enfrentará a un asesino en serie que por su forma, aparentemente arbitraria, de actuar complicará mucho la investigación sobre todo a la hora de relacionar los cadáveres que irán salpicando la geografía española.
Allá vamos. Ganas, ánimo e ilusión no me faltan...