Del Alzheimer y de sus cuidarores

El pasado 21 de septiembre fue el Día Mundial de Alzheimer. Como algunos de vosotros sabréis, escribí unas líneas sobre ello en Facebook.

No me enfoqué en los pormenores de la enfermedad, ni en su cruel desprecio por la memoria, aquello que da sentido a nuestra vida, en tanto que las vivencias pasadas confirman nuestro presente. No, mi interés iba dirigido a aquellos que dedican su día a día a cuidar de los enfermos.

Los hay que tiene este actividad como profesión, lo cual es digno de admirar, pero los hay que lo hacen por algo muy sencillo, y a la vez no tan extendido; por amor. Porque se trata de un padre una madre, un hermano, alguien cercano. Se vuelcan con tanto énfasis en las cosecuencias que la enfermedad acarrea a su ser querido que tienen muchas dificultades, lógicas de todo punto, para dar un paso emocial atrás y observar que lo que ellos les duele de aquello que observan, posiblemente no es dolor para el enfermo pues tiene un punto de vista diferente. Como cuidador emocionalmente cercano su pasión por ver a su familiar lo mejor atendido posible, les impide vislumbrar la necesidad, en muchas ocasiones, de compartir su tarea, si es que tienen con quién.

Esto fue lo que escribí:

Hoy, como sabéis, es el Día Mundial del Alzhéimer

Pocas cosas me enternecen más que ver a una persona en busca de sus recuerdos. Sus dudas cuando, en esos momentos de lucidez, mira en derredor y cree despertar de un sueño. De repente todo lo que le rodea, quizá algún familiar, un amigo, un cuidador o simplemente la decoración, al fin, reconocida, cobra sentido. Quizá intente actuar como si nada sucediera, seguramente creerá que se había despistado.

Hasta que vuelve a sumirse en su mundo. Una vez más.

Hasta que vuelve a despertar del sueño. Una vez más.

No puedo ni imaginar lo que debe sentir el familiar que está al cargo de su madre o de su padre afectado por la enfermedad cuando en esos ratos de total lucidez, él o ella, le reconoce.

—Hola, hija ¿dónde estabas?

—Aquí, mamá, a tu lado…— dice sin poder evitar emocionarse.

“Siempre a tu lado”

Hoy he leído que “Científicos de la Universidad de Queensland, en Brisbane, Australia, dieron detalles de la nueva técnica “repeated scanning ultrasound” (SUS), que elimina la placa que se forma en el cerebro de los enfermos de alzhéimer con el uso de ultrasonidos”

Ojalá se puedan aprovechar de estos estudios cuantos más enfermos mejor. Me alegraré por ellos, sin duda, pero también por sus cuidadores. Esas personas que dedican todas las horas a acompañar a su familiar y que normalmente poco o nada se reconoce su actitud. Iba a decir “su trabajo” pero me consta que no lo ven así, como un trabajo, sino como algo que parte de lo más profundo de sus corazones. Mi más profunda admiración a todos ellos.

En recuerdo a mis queridas Esther y María, todo un ejemplo de amor, empeño, dedicación y esperanza. Toda una escuela de comportamiento.