Finalizar una novela

Durante este año he estado hablando de los diferentes pasos que, para mí, implican escribir una novela. Posiblemente el más deseado parezca ser este, finalizar la novela. Lo que se finaliza es el primer borrador, luego llegan las revisiones interminables, dicho así puede parecer un trabajo tedioso, pero para mí no lo es. Lo único que debo tener en cuenta es que deben pasar unos días, no menos de tres, mejor cinco o siete para comenzar la lectura y la revisión de nuevo. Si lo hago demasiado seguido llega un momento en el que puedo confundir la ubicación de diferentes detalles de la trama. Dudar si el momento que estoy leyendo es correcto o debía ir antes, o lo que afirma aquí un personaje no debía haberlo hecho. Lo que al principio de mi carrera como escritor me producía ansiedad, ahora he aprendido que se evita con esos días de separación que hablaba.

Terminar el manuscrito me genera una sensación parecida a un intenso relax, es el momento en el que me doy cuenta que estaba tenso y no era consciente de ello, momento de despedirse de unos personajes con los que has vivido intensamente los últimos meses, compartido muchas horas, a los que agradeces a todos ellos, sí, a los buenos y a los malos, sin éstos, aquellos no tendrían sentido. Lo imagino como si se tratara del fin de la representación de una obra de teatro y los veo saludando cogidos de la mano, brazos en alto, al público.

Llega el momento de la creación de la portada, en este caso con más aceleración debido a que voy a presentar a "Aunque sea lo último que haga" al 4º Premio Literario de Amazon. De hecho a fecha de hoy ya está presentada, se estrenará la candidatura el próximo día 10 de agosto.

En breve comenzará el proceso de nuevo. Nueva trama, nuevos personajes, que harán que los próximo meses vuelvan a ser maravillosos, con su ansiedad, ilusión, y sobre todo con lo bien que me siento cuando estoy frente a la hoja en blanco o no, en el monitor, y mis dedos sobre el teclado dispuesto a comenzar, una vez más, con otra novela.