En busca del método... ¿Infalible?
Tal y como dije cuando incluí en la primera entrada del apartado de eventos, dónde hacía mención a la mesa redonda organizada por la Asociación Papel y Pluma, en la que se trataba el tema del proceso de una novela, voy a iniciar este blog comentando uno de los puntos sobre los que se debatió en la mesa; el proceso creativo.
Por entonces, mi método era bastante simple: escribir. Sigue siendo el mismo: escribir. Sé y conozco autores que necesitan construir un esquema de cómo se desarrollará la trama. Capítulos detallados, personajes ya casi decididos en su totalidad, como su momento y lugar de aparición, incluso escenas ya delimitadas incluso antes siquiera de escribir el primer párrafo. Son autores que llevan un método, en mi opinión, bastante esclavo, que necesita saberlo casi todo y que ralentiza lo que para mí es más importante comenzar y sí; escribir.
No quiero decir que esté en contra de esta forma de encauzar un trabajo, como es el escribir una novela, faltaría más, no creo que existan métodos buenos y métodos malos. Si a ti te sirve el tuyo, es bueno, si no, lo aconsejable es que busques aquel sistema que mejor se adapte a tus características.
Yo parto de una idea inicial, un posible final y varios momentos que se situarán a lo largo de la trama, que me sirven como nexos de unión entre el principio y el fin. Mantengo abiertas todas las posibilidades en cuanto al desarrollo se refiere, es decir, el final pensado inicialmente puede variar, de hecho la solución última rara vez coincide, punto por punto, con la primera idea que tengo al respecto. Los personajes van apareciendo según "me lo piden". A la mayoría ni los conozco, ni había pensado en ellos hasta que no aparecen.
Eso sí, llevo en hojas aparte una descripción de cómo es cada personaje, tanto física como psicológica, emocional. Si hay aspectos a tener en cuenta como profesión, breves líneas sobre su vida, relación con otros personajes, si la hubiera, etc.
En una moleskine, en otras hojas, en el móvil, en cuadernos, dejo un apartado que denomino "notas", incluso al final de lo que voy escribiendo en el manuscrito, en donde apunto aquellas ideas que vayan surgiendo y que pueden ser o no añadidas a la trama.
Si tuviera que ofrecer algún consejo, o mejor dicho, alguna idea a quién fuera a iniciarse en el maravilloso proceso de escribir una novela, diría eso de; escribe, escribe y escribe. Lleva un orden, un control de lo ya escrito. De los personajes y sus características, de los diálogos, de lo que ya sabe el lector o de lo que ignora. Es muy importante este orden capítulo a capítulo. Lo que esté por venir, por añadirse a la trama, ya llegará. Cuando surja este momento se pasa al orden de lo ya escrito.
En resumen, si quieres escribir una novela, siéntate, ponte cómodo y escribe. Métodos hay uno por escritor. ¿Infalible? no sé, pero ¿acaso importa?